Los radicales trasladaron a un avión no tripulado que se precipitó con un paracaídas a uno de sus cuarteles militares en la localidad de Rwehinah al sur de Idlib, y el mismo estalló cuando los radicales intentaban desarticularlo.
El incidente causó la muerte de seis extremistas, dos de los cuales son de nacionalidad uzbeca, mientras otros fueron lesionados.
Otros dos drones suicidas fueron empleados contra posiciones radicales en el poblado de Bineen en la meseta de Jabal Al-Zawieh, lo que causó la muerte de dos terroristas. Según fuentes militares citadas por medios de prensa, este tipo de drones está equipado con paracaídas y se utiliza por primera vez en los frentes de Idlib.
Además de ocasionar bajas en las filas de los radicales, estos aparatos capturan gran cantidad de imágenes y transmiten informaciones sobre las ubicaciones de los cuarteles generales terroristas y se detonan a distancia, precisaron.
En Idlib se atrincheran organizaciones extremistas que bombardean frecuentemente las posiciones militares y comunidades civiles, violando así el alto al fuego declarado por Turquía y Rusia en esa provincia.
El Ejército sirio logró en sus operativos durante el 2020 liberar el 56 por ciento de Idlib, pero los radicales controlan el resto del territorio, donde retienen a cientos de miles de civiles como escudos humanos.
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