‘Es probable que mueran más ecosistemas submarinos si los océanos se siguen calentando’, advirtió el Instituto Australiano de Ciencias Marinas en un comunicado.
Los corales del sur de Asia y el Pacífico, alrededor de la Península Arábiga y frente a la costa de Australia fueron los más afectados, precisa el texto.
El informe abarcó datos de 40 años, 73 países y 12 mil lugares y determinó que la superficie total destruida equivale a unos 11 mil 700 kilómetros cuadrados.
‘El cambio climático es la mayor amenaza para los arrecifes del mundo’, recalcó el comunicado del Instituto Australiano de Ciencias Marinas.
Recientemente, un equipo internacional de biólogos marinos alertó que la desaparición de los arrecifes de corales afectará de manera sensible las poblaciones de peces en los océanos.
Según una investigación auspiciada por la Universidad de Helsinki, Finlandia, las áreas con diferentes tipos de corales contribuyen a la diversidad de peces, lo que sugiere que uno garantiza la sostenibilidad del otro.
Los corales proporcionan una fuente de alimento única para algunas especies, así como un hábitat tridimensional que muchas de están usan como refugio.
El estudio –sacado a la luz por la revista Proceedings of the Royal Society B- demostró que es probable que alrededor del 40 por cieno de los peces de arrecifes tropicales del mundo desaparezcan al morir de hambre, aunque el resto podría vivir en hábitat rocoso.
Otra preocupación de los expertos es que los peces que dependen de los corales pueden convertirse en presa de los que no necesitan de estos de manera directa para subsistencia.
La investigación constituye una herramienta para ‘explorar cómo la diversidad de peces variará en respuesta a los cambios en la diversidad de los corales’.
Los arrecifes de coral parecen selvas tropicales (marinas) de mil formas, tamaños y colores distintos, pero en realidad son colonias de miles de especies imprescindibles para la supervivencia de cientos de millones de personas y supone el 25 por ciento de la fauna marina del mundo, según datos de la Organización de las Naciones Unidas.
Desde pequeños peces y moluscos a especies más grandes como tortugas, aves acuáticas y tiburones, todos dependen de estos ecosistemas tan frágiles que podrían desaparecer en las próximas décadas debido al calentamiento global.
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