El mandatario instó a todos los partidos a ‘sentarse a conversar para armar posibles coaliciones’, aunque manifestó inseguridad en la aparición de una solución inmediata.
Si las fuerzas políticas no se entienden entre sí el Gobierno interino permanecerá en el cargo hasta que se encuentre una solución, agregó Iohannis, quien abogó por dejar de lado el ‘discurso patético’ e instó a ‘discutir sobre o que se puede hacer por el país’.
Cualquier persona que cuente con una mayoría parlamentaria puede ser primer ministro, destacó el mandatario quien aseguró que no existen obstáculos para proponer de nuevo a Citu a pesar de su destitución, según destacó el diario nacional Adevarul.
El presidente calificó la situación nacional de ‘catástrofe’ debido a la pandemia de la Covid-19 que afectó la víspera a cerca de 15 mil personas y cobró la vida de más de 330. Esos totales en el país ascienden a 1,2 millones y 38 mil en ambos indicadores.
Ante esa realidad Iohannis insistió en que Rumanía necesita un Gobierno y no ‘acusaciones mutuas o planteamientos orgullosos’.
Una moción de censura presentada la víspera por la oposición socialdemócrata terminó con el gobierno de centroderecha en esta nación europea.
La petición responsabilizó al actual ejecutivo por el colapso de los hospitales en medio de un rebrote de la Covid-19, así como de la subida en el precio de la energía y en muchos servicios y productos básicos.
Un total de 281 de parlamentarios y senadores se manifestaron a favor de la destitución, superando la cifra de 233 votos necesarios para ese fin.
El ejecutivo de Citu perdió en septiembre la mayoría en las dos cámaras legislativas cuando los socios centristas abandonaron la coalición gobernante.
La prensa nacional describió la sesión parlamentaria como ‘llena de descalificaciones personales por parte de todos los oradores’.
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