Ante los progresos en el país de la lucha contra la pandemia, un sector de la población presiona para el levantamiento de medidas y una mayor relajación de restricciones, con el pase entre los temas más cuestionados.
Trabajamos para adaptar el pase sanitario, ni la mascarilla ni el resto de las medidas actuales serán eternas, pero el momento de eliminarlas por completo aún no ha llegado, subrayó el vocero a la prensa tras participar en un Consejo de Ministros.
El documento que recoge la vacunación contra la Covid-19 es exigido en Francia para acceder a sitios con más de 50 personas y a otros como bares, restaurantes y cines, obligatoriedad extendida a finales de septiembre a los mayores de 12 años.
Attal anunció la semana pasada el interés del gobierno en la posibilidad de mantener el pase sanitario hasta el verano de 2022, pero para ello necesita la aprobación de una nueva ley en la Asamblea Nacional, ya que su vigencia cesa el 15 de noviembre.
El funcionario aprovechó sus declaraciones a periodistas para reiterar que la Covid-19 sigue representando una amenaza, sobre todo por la llegada del invierno.
En ese sentido, apeló a la vigilancia de los franceses, en un país con más del 70 por ciento de la población vacunada contra el coronavirus SARS-CoV-2.
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