Como la imagen que se alza justo en uno de los edificios colindantes donde naciera otro de los próceres libertadores de este país, Ignacio Agramonte, decir el nombre del líder revolucionario argentino cubano lleva a pasajes imborrables.
Justo después de ser nombrado ministro de Industria, su paso por esta oriental provincia estuvo marcado precisamente por asuntos económicos, y así lo recuerda el periodista e investigador Eduardo Labrada quien tuvo la oportunidad de entrevistarlo.
‘Podemos decir que el Che fue el primero en interesarse por la extracción de guano de murciélago de una de las más grandes cuevas, la del Círculo, que está al norte de la provincia en Sierra de Cubitas’, rememora.
Una empresa norteamericana era la encargada de exportar ese guano a la Florida, y tras las investigaciones del científico cubano más conocedor de este animal, Gilberto Silva, se evalúa más a fondo las potencialidades del área para extraer este abono sin químicos.
‘Y al triunfo de 1959 el Che le propone a Fidel continuar con la idea y así surge la primera empresa de ambos países: Guano de Murciélago y Tierra de Cuevas SA’, refiere Labrada.
Apuntes del propio investigador señalan que en la primera extracción se llegó a las 60 mil toneladas, una cifra nada despreciable y con la que se pudo pagar toda la inversión de la infraestructura en el área.
Cuestiones y limitaciones provocadas por el bloqueo económico impuesto por los Estados Unidos a Cuba impidieron la continuidad de operaciones de esta empresa que facilitaba abono a granjas del sur de la Florida.
Guevara además siempre tuvo en las perspectivas industriales de la portuaria ciudad de Nuevitas, al norte de Camagüey, otro de sus enfoques para catapultar la economía del país.
‘Nacieron en la norteña urbe la termoeléctrica 10 de Octubre, el combinado de fertilizantes Revolución de Octubre, la industria del cemento 26 de Julio y la de alambre con púas y electrodos Gonzalo Esteban Lugo’, según apuntes de otro investigador local, Enrique Atienzar.
En otras tantas oportunidades volvería el Che a esta tierra y sobresalieron aquellas donde presenció en 1959 el apoyo multitudinario del pueblo de Camagüey, a la Primera Declaración de La Habana.
Además campañas de producción y zafra azucarera en la más extensa región del país contaron con el auspicio presencial de uno de los más grandes impulsores del movimiento sindical y trabajador en Cuba.
Aunque su desaparición física mella a toda Latinoamérica desde 1967, su ejemplo y luz en esta provincia de Cuba sobresale, especialmente en este 8 de octubre cuando los antillanos se aferran a su faro de humanidad.
ga/fam