Representantes cubanas intervinieron en diversas sesiones del Consejo Ejecutivo de la organización de la ONU centrada en temas de educación, ciencia y cultura, foros en los que también denunciaron el impacto del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a la isla desde hace más de 60 años.
La embajadora del país caribeño ante el ente multilateral, Yahima Esquivel, instó a hablar de normalidad apostando por un futuro diferente al previsible, un planeta marcado por sociedades más injustas e inseguras.
¿A qué normalidad nos referimos?, a esa que ya era fatalidad para los pobres, los vulnerables, las mujeres, las víctimas del racismo y los pueblos oprimidos por sanciones y bloqueos, preguntó en una de sus intervenciones.
De acuerdo con la diplomática, la comunidad internacional debería hacer posible el mundo mejor que la humanidad necesita.
Cuba seguirá profundamente comprometida con la Unesco y los valores que esta representa; confía en el liderazgo de la directora general, Audrey Azoulay, para fortalecerla y hacerla más relevante; y de conjunto con sus Estados miembros continuará enriqueciendo los vínculos para alcanzar las metas soñadas en un mundo más justo y menos desigual, afirmó.
Esquivel advirtió en el Consejo Ejecutivo que la pandemia de la Covid-19 puso al descubierto la naturaleza del injusto orden internacional, resultado del modelo neoliberal imperante.
‘Un modelo que, con la complicidad de sus consorcios financieros y emporios mediáticos, intenta ahora pasarnos la factura de su crisis sistémica y estructural’, fustigó.
Por su parte, la diplomática Aimeé Pujadas llamó en la Unesco a un enfrentamiento desde diversos ámbitos a la discriminación racial y los discursos de odio.
En ese sentido, mencionó la educación, la ciencia, la cultura y la comunicación como herramientas esenciales para prevenir y combatir el racismo.
La representante cubana en un foro dedicado a debatir el desafío de la discriminación, consideró de vital importancia en el actual escenario enfrentar el aumento de los discursos de odio y la incitación a delitos de odio a través de las redes sociales y otras plataformas de comunicación.
Asimismo, lamentó que la pandemia de la Covid-19 y las crisis derivadas de la misma hayan exacerbado las desigualdades estructurales y la exclusión, las muestras de intolerancia y las expresiones de racismo.
Respecto al bloqueo estadounidense impuesto por Washington contra Cuba, la embajadora Esquivel denunció su carácter criminal y su recrudecimiento en tiempos de pandemia.
La diplomática calificó en el Consejo Ejecutivo al cerco de ‘el más cruel y prolongado que se haya aplicado contra nación alguna’ y repudió su ejecución oportunista desde Estados Unidos.
Esquivel advirtió que la administración del presidente Donald Trump recrudeció el bloqueo con 243 medidas, decenas de ellas en plena pandemia de la Covid-19, acciones hostiles mantenidas por su sucesor en la Casa Blanca, Joe Biden.
Una política injusta que contradice el llamado de las Naciones Unidas y de la Unesco a anteponer la solidaridad y la cooperación a los conflictos en esta hora definitiva para la humanidad, subrayó.
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