El temblor también destruyó parcialmente varios edificios y provocó desprendimientos de tierra y roca que interrumpieron algunas importantes carreteras y de momento impiden a los rescatistas llegar a lugares siniestrados.
De cinco segundos de duración, el sismo tuvo su epicentro ocho kilómetros al noroeste de la localidad de Karangasem (algo lejos de la zona más turística) y a 10 de profundidad, pero se sintió en toda la isla de Bali. Le sucedieron varias réplicas sin consecuencias.
Cada año Indonesia reporta unos siete mil sismos de diversa intensidad, los mayores de los cuales generan tsunamis de proporciones equivalentes.
Compuesto por más de 10 mil islas y sobre el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, el archipiélago indonesio se formó por la convergencia de tres grandes placas tectónicas, lo que determina una fuerte actividad telúrica.
En diciembre de 2004, un terremoto de magnitud 9,1 en el norte de la isla de Sumatra provocó un tsunami que arrasó las zonas costeras de Indonesia, Sri Lanka, India, Tailandia y otros nueve países, y provocó la muerte de más de 230 mil personas.
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