La directora de Comercio Exterior del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (Mincex), Vivian Herrera, explicó en declaraciones a Prensa Latina que a esas facilidades se une el impulso de la producción de bienes y servicios con fines exportables en todos los territorios con el apoyo de sus máximas autoridades.
Aclaró que para Cuba o cualquier país su inserción en el mercado internacional es compleja y adversa por la repercusión negativa de la pandemia de la Covid-19 en el esquema del comercio global y en las economías nacionales, por lo que cualquier esfuerzo es doble e importante.
Herrera precisó que ese entorno se complica, en particular, por el serio declive del turismo, un sector que aunque se preparó en infraestructura y con paquetes de servicios muy atractivos fue muy lastrado por los efectos de la enfermedad generada por el SARS-CoV-2.
Recordó que es precisamente la industria del ocio una de las actividades que más impulsa las exportaciones, pues empuja al resto de las producciones de bienes y servicios en función de ese sector, para el cual se busca la sustitución de importaciones.
‘Con su apertura el 15 de noviembre próximo hemos apostado a que juegue un papel más representativo que el pasado año cuando su aporte fue insuficiente’, aseguró.
La directora de Comercio Exterior significó que el país cuenta con una estrategia integral con 15 renglones fundamentales, entre ellos los llamados tradicionales y otros consolidados, por ejemplo, el carbón vegetal de reciente incorporación en el portafolio de exportaciones con buena gestión y aceptación.
Entre los conocidos como tradiciones están el níquel, azúcar, productos pesqueros, rones, miel de abeja y tabaco, mientras la lista incluye a los de salud y a Biocubafarma como productora de bienes y en alianza estratégica en servicios médicos y turismo dentro del programa de calidad de vida.
También las prestaciones de las telecomunicaciones que ocupan hoy el segundo lugar dentro de los ingresos de divisas al país, y otros como los educacionales y deportivos.
Al respecto, señaló que la aspiración es que esas prestaciones se potencien, porque en tiempos de pandemia se incentivaron los modos de exportación transfronterizos, o sea sin movimiento de personas entre un país y otro, para materializarse vía Internet como es el caso de los educacionales.
Son variantes impuestas por la pandemia y la modernidad, agregó.
Interrogada sobre las principales trabas del comercio exterior para Cuba mencionó a la pandemia, pero por delante puso al bloqueo impuesto por Estados Unidos y todas sus restricciones en las transferencias para el cobro de la exportación, no porque el cliente se niegue a pagar, sino por no disponer de vías para hacerlo.
‘Para nadie es un secreto que a veces se hace una venta y queda pendiente de reembolso, lo cual encarece la operación por la demora, recorrer muchos caminos en la ruta bancaria o ser denegada, además de los gatos en comisiones’, comentó la especialista.
Enfatizó que el bloqueo si afecta directamente a las exportaciones cubanas, no es un slogan, es real en toda la vida económica del país, y en el caso del comercio es uno de los sectores que lo sufre a diario y tiene que buscar alternativas constantemente.
La funcionaria del Mincex alertó de un fenómeno que hoy gravita sobre la economía mundial como consecuencia del impacto de la Covid-19, y del que Cuba no escapa, consistente en la ruptura de cadenas de suministro, lo cual dio lugar a elevaciones escandalosas de los fletes de los contenedores en los diferentes tráficos.
Es así que los alquileres de esos medios en un año y medio se multiplicaron más de tres veces y no se prevé cuándo se logrará estabilidad, a lo cual se unen las presiones y multas por las medidas extraterritoriales del bloqueo estadounidense.
‘Somos un pequeño país con una economía poco significativa en el contexto internacional y con el peso encima del bloqueo, lo cual impide que pese a las alianzas estratégicas y fletes preferenciales acordados algunas navieras desistieran de sus operaciones y rompieran sus vínculos con la isla caribeña’, indicó.
Tal es el caso de la israelí Integrated Shipping Services (ZIM) y la italiana Mediterranean Shipping Company (MSC), señaló.
‘Estas son problemáticas de las que poco se habla, son muy reales y de fuerte impacto porque lastran nuestro comercio exterior, nos cortan todas las cadenas de alimentación por eso insistimos en que el empresariado trabaje con más inteligencia y nuevas tácticas para vivir y desarrollarnos’, aseveró.
Sobre la importación de algunos productos de Estados Unidos, aclaró que estas se hacen en condiciones de bloqueo con pagos anticipados al contacto antes de que arribe el barco, sin posibilidad de créditos comerciales y con una naviera específica, además de otras limitaciones que colocan al país en una posición complicada.
‘Es cierto que compramos cuando los precios son ventajosos por la cercanía, pero en un escenario de gran desigualdad comercial, por un camino muy angosto y sin tratamiento equitativo, a pesar de que hay muchos empresarios muy interesados en venderle y trabajar con Cuba, pero no es posible’, sentenció la funcionaria.
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