De acuerdo con la información del Icap, el encuentro virtual internacional ‘La razón es nuestro escudo’ se transmitirá por los canales de Youtube y Facebook del instituto el próximo 23 de octubre a las nueve de la mañana, hora local.
Según la nota, en la cita ‘serán abordados los antecedentes y verdaderos motivos que se esconden tras la supuesta marcha pacífica que es ilegal y anticonstitucional, y las razones de la Revolución contra esta nueva provocación’.
Entre los participantes previstos están la coordinadora del Comité de Solidaridad Cuba-Venezuela, Gloria La Riva; el intelectual canadiense Arnold August y el intendente del municipio capitalino Habana Vieja, donde fue convocada la marcha originalmente.
En lo referente a este nuevo intento de desestabilización, el Gobierno de la nación caribeña subrayó su carácter subversivo y su alineación con los intereses de Estados Unidos.
‘La dignidad, la resistencia y la unidad son nuestras fuerzas más poderosas frente a la deshonrosa y canalla acción anexionista que sirve al enemigo histórico de la nación cubana en su plan de dividirnos para vencernos’, escribió el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en su cuenta de Twitter.
Juristas y expertos de la isla calificaron de anticonstitucional esta acción porque viola, entre otros, los artículos 4 y 45 de la Carta Magna, refrendada en 2019 por más del 86 por ciento de los ciudadanos.
‘Una manifestación con fines lícitos y pacíficos no puede atentar contra otros, ni vulnerar la paz ciudadana, no puede solicitar la reversión del orden establecido, ni un cambio del sistema socialista refrendado en la Constitución en el artículo 4’, enfatizó el máster Yuliesky Amador.
Además, el miembro de la Unión Nacional de Juristas citó también el acápite 45 de la Carta Magna el cual establece que el ejercicio de los derechos de las personas está limitado por los derechos de los demás, por el bienestar general, por el respeto al orden público y a las leyes.
Sobre este tema, el canciller Buno Rodríguez denunció la estrategia multidimensional de Washington contra la isla, que incluye la presión económica y el financiamiento a quienes apoyan su agenda desestabilizadora.
De hecho, desde sectores de la ultraderecha cubanoamericana asentada en Florida hasta representantes gubernamentales de Estados Unidos explicitaron su apoyo a esta manifestación y reiteraron su deseo de que esta provoque un cambio de régimen en el país.
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