La nueva ley, criticada por todas las organizaciones sindicales e incluso por el Consejo de Estado, comenzará a aplicarse el 1 de diciembre, según declaró la ministra, quien se felicitó por las mejoras introducidas y la buena marcha del mercado laboral.
Sin embargo, las nuevas fórmulas para el cómputo del subsidio penalizarán a aquellos solicitantes con trabajos peor remunerados, contratos temporales de menor duración o periodos de inactividad más o menos amplios, valorando para ello el historial laboral de los últimos dos años.
Según la agencia que gestiona el seguro de desempleo (Unédic) serán los trabajadores más precarios, que alternan periodos de trabajo e inactividad, los más afectados, de modo que cuatro de cada diez solicitantes (1,15 millones) verán reducido su subsidio en un 17 por ciento de media.
Borne pasó por alto estos datos y aseguró que ‘hemos tenido un número muy elevado de nuevas contrataciones en los últimos cuatro meses y con 200 mil demandantes de empleo menos en el último trimestre, casi hemos duplicado el descenso que era necesario para que las nuevas disposiciones entraran en vigor’, dijo.
De acuerdo a los datos oficiales el 63 por ciento de esos nuevos contratos tienen una duración determinada de menos de un mes, por lo que aquellos trabajadores que no encuentren un empleo con rapidez se verán perjudicados con la aplicación de la ley.
mem/acm