El Ministerio del ramo fue sometido a una alta fiscalización por el Legislativo desde enero hasta el 30 de junio de este año, periodo en el cual los diputados visitaron 15 provincias, 71 municipios de los 168 existentes en el país y participaron en las reuniones de los consejos de dirección del organismo.
Asimismo, evaluaron más de 400 documentos y entrevistaron alrededor de dos mil personas, con el propósito de identificar las áreas donde es preciso actuar con mayor determinación.
Al respecto Santiago Lage, presidente de la comisión de Industria, Construcción y Energía del Parlamento enumeró aspectos como la necesidad de evaluar y actualizar la estrategia económico social para el impulso de la economía y el enfrentamiento a la crisis generada por la Covid-19, al presentar los resultados del proceso.
Según lo comprobado en la fiscalización, los avances del sector en ese plan son parciales, cuando se trata de una de las directrices esenciales para la economía nacional.
Tampoco se apreciaron progresos sustantivos en la exportación de bienes y servicios, que en el 2020 registró un 54 por ciento.
La comisión encargada de la evaluación también señaló las deficiencias que persisten en la producción de materiales de la construcción y en el cumplimiento del programa de la vivienda.
Sobre el particular recomendaron priorizar esa tarea, la cual tiene un impacto directo en la vida de las personas y hoy presenta atrasos, problemas de calidad en la ejecución y terminación de las obras y en los trámites relacionados, entre otras dificultades.
En tanto, al ministro de la Construcción René Mesa le sugirieron poner énfasis en la atención al sistema empresarial, en particular la implementación de las 43 medidas aprobadas para perfeccionar la empresa estatal socialista.
También le insistieron en la necesidad de potenciar la sustitución de importaciones, crear condiciones para el desarrollo de las exportaciones con mayor valor agregado y lograr más eficiencia empresarial.
Entre los desafíos de la cartera sobresalen además la atención a la fuerza de trabajo del sector, la distribución de las utilidades sobre la base de resultados eficientes y alcanzar una mayor competitividad en las empresas constructoras.
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