Ante los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento), el mandatario mostró la víspera su optimismo sobre la capacidad de la nación antillana para enfrentar estos retos y perfeccionar el proceso revolucionario socialista.
Durante su discurso al cierre del séptimo período ordinario de sesiones del Legislativo, el jefe de Estado abogó por una mayor participación de la ciudadanía en la gestión gubernamental, instó a respetar la heterogeneidad de la nación y a fortalecer el Poder Popular como base del sistema político.
Díaz-Canel se refirió a uno de los problemas acuciantes de la vida nacional en la actualidad: la inflación, y refirió que es un asunto a cuya solución le conceden prioridad desde el Gobierno como parte del proceso de transformación económica.
El presidente mencionó como acciones que demuestran que Cuba no se detiene, la aprobación de 43 medidas para el desarrollo de la empresa estatal socialista, otras 63 dedicadas a potenciar la producción agropecuaria y la ampliación de los actores económicos con el surgimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas.
Anunció la desactivación de la Comisión de Implementación de los Lineamientos, cuyas funciones pasan ahora al Ministerio de Economía y Planificación como parte de los macro programas y proyectos de ese organismo.
Los lineamientos definen la estrategia nacional para el impulso de la economía y el enfrentamiento a la crisis global generada por la Covid-19 ante los nuevos escenarios, sin renunciar al desarrollo de cara al 2030.
El jefe de Estado mencionó como una de las principales fortalezas de la nación antillana el hecho de ser el primer país de América Latina con tres vacunas propias y dos candidatos vacunales, así como el primero en inmunizar a su población entre los dos y 18 años.
Asimismo, remarcó que en las últimas semanas bajaron considerablemente las cifras de enfermos y fallecidos por la Covid-19, lo que coloca a la isla en una posición favorable para reabrir las fronteras e impulsar la reapertura económica-social.
El mandatario resaltó que todo esto ocurre pese al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, el cual forma parte la injerencia de Washington en los asuntos internos.
De hecho, Díaz-Canel denunció la vinculación de representantes diplomáticos de ese territorio norteño en esta capital con la campaña en curso para desestabilizar la nación caribeña.
En este sentido, rechazó la promoción de una marcha ilícita en Cuba, alineada con los intereses del Gobierno estadounidense, que cita y viola al mismo tiempo la Constitución cubana.
‘Esta manifestación deja de ser pacífica porque los promotores buscan alterar la vida social, el orden constitucional y todo ello se hace siguiendo un guion conectado con los intereses políticos de un gobierno extranjero que mantiene hace seis décadas una guerra económica contra nuestro país’, subrayó.
En otros momentos del discurso, el jefe de Estado destacó la fortaleza jurídica de la nación para enfrentar acontecimientos como estos y distinguió la reciente aprobación por el Parlamento de cuatro leyes que constituyen una reforma procesal sin precedentes en el órgano legislativo.
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