Expertos auguran que este proceso tomará mayor impulso en 2022, lo que fue previsible desde el propio 20 de septiembre cuando el Ministerio de Economía y Planificación (MEP) activó todos los mecanismos creados para recibir las solicitudes y recogió más de un centenar.
Y para facilitar los trámites, ese mismo día estuvo disponible la Plataforma Actores Económicos (PAE), como principal vía para realizar, desde cualquier lugar del país y vía online, los pedidos de constitución de las mipymes y cooperativas no agropecuarias.
A través del enlace https://pae.mep.gob.cu y desde un teléfono celular o computadora los interesados pueden realizar las gestiones pertinentes, mediante una forma ágil y simplificada.
Tales facilidades y la agilidad en el procesamiento y aprobación de cada solicitud, han permitido contabilizar hasta la fecha 324 mipymes, de las cuales 307 son privadas y ocho estatales, y además nueve cooperativas no agropecuarias.
Entre las creadas el 53 por ciento son reconvenciones de negocios ya existentes y el 47 por ciento restante se identifican como nuevos emprendimientos como parte del proceso de perfeccionamiento de los actores económicos de la isla y del propósito de ordenar y liberar las fuerzas productivas.
Su objeto social abarcará diversos sectores de impacto en el desarrollo socioeconómico del país como la producción de alimentos, las actividades manufactureras en las que destaca la fabricación de materiales de la construcción, de muebles, confecciones textiles, calzado y plásticos.
También se incluye la fabricación de artículos de limpieza y aseo, actividades de programación informática, recuperación de materiales y reciclaje y servicios técnicos, entre otras.
Diseminadas por todas las provincias del país, 22 forman parte de proyectos de desarrollo local, 15 realizaron previamente operaciones de exportación y cuatro están incubadas en el Parque Científico y Tecnológico de La Habana.
De acuerdo con el MEP, se estima que las mipymes y cooperativas no agropecuarias aprobadas generen cuatro mil 468 nuevos empleos en la economía.
La vicetitular de esa cartera Johana Odriozola afirmó recientemente que la incorporación de nuevos actores económicos en Cuba como las mipymes constituye una estrategia para la transformación productiva del país, una política que tiene muy en cuenta la satisfacción de la población mediante el incremento de bienes y servicios.
No se pretende, dijo, incorporar mipymes de subsistencia, sino que aporten a la transformación productiva de la isla y al Producto Interno Bruto, por lo que deben producir bienes que no existían anteriormente y elevar su presencia en los mercados foráneos.
Este tipo de empresas, amplió, generalmente exporta en nichos especializados y, aunque no pueden competir con grandes trasnacionales, se especializan en algunas áreas que les permite incorporarse a las cadenas de valor internacional.
El camino es largo y no basta con las legislaciones aprobadas hasta el momento, sino hay que encaminarse hacia políticas públicas que promuevan las mipymes de base tecnológicas, innovación, con vocación exportadora o aquellas que se encadenen con los exportadores, subrayó la viceministra.
Junto a las mipymes también proliferan las cooperativas no agropecuarias, cuya inserción es en menor nivel, un fenómeno que se manifiesta de igual forma a escala mundial.
Se trata de un actor más social, porque responde a un tipo de propiedad, donde todos los que trabajan son socios y se reparten las riquezas en función del trabajo acumulado.
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