‘Resulta inadmisible que la religión sea empleada por algunos Estados como pretexto para atacar a otros y para promover la violación de las leyes nacionales’, afirmó Juan Antonio Quintanilla, representante permanente de Cuba ante los organismos de Naciones Unidas con sede en esta ciudad.
Durante su participación en la segunda semana de trabajo de la sesión 46 del Consejo, foro previsto hasta el 23 de marzo, el embajador cubano sostuvo un diálogo interactivo con el relator especial sobre Libertad de Religión o Credo, Ahmed Shahee.
En la ocasión, repudió la invocación de las libertades religiosas para justificar y promover operaciones de desestabilización política y los llamados cambios de régimen.
Se trata de una postura totalmente ajena a la práctica religiosa y fraternal, a las motivaciones espirituales y a la promoción y la defensa de los derechos humanos, advirtió.
Quintanilla denunció la elaboración por el gobierno estadounidense de una lista unilateral de vigilancia sobre el tema, mecanismo que Cuba rechaza.
El embajador destacó en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU que la isla fomenta, respeta y garantiza la libertad religiosa, cuestiones reflejadas en la Constitución de la República.
‘Toda persona tiene derecho a profesar o no creencias religiosas, a cambiarlas y a practicar la de su preferencia, con el debido respeto a las demás y de conformidad con la ley. Seguiremos defendiendo el diálogo, el respeto y la fraternidad entre las religiones’, subrayó.
agp/wmr