En un contexto marcado por las amenazas de París de represalias económicas y las acusaciones de Londres de respuesta desproporcionada gala, el secretario de Estado francés para Asuntos Europeos, Clément Beaune, recibió a David Frost, secretario de Estado británico a cargo de la salida de su país de la Unión Europea (UE).
Ambos coincidieron en señalar después del encuentro que resta mucho trabajo por delante, en una crisis generada tras la denuncia de Francia de que su vecino solo entregó la mitad de las licencias solicitadas por pescadores galos para continuar su faena en aguas británicas ya con el Reino Unido fuera del bloque.
Siguen las diferencias significativas de posición, lo que demandamos es la aplicación del acuerdo sobre el Brexit, no se trata de nuevas exigencias, dijo Beaune.
Por su parte, un vocero de la delegación visitante adelantó que a principios de la próxima semana continuarán las discusiones.
La semana pasada, Francia anunció un paquete de medidas, el cual incluye la prohibición de descarga de buques británicos en algunos puertos y el incremento de los controles aduaneros y sanitarios.
Sin embargo, el presidente Emmanuel Macron decidió posponer la entrada en vigor de las sanciones, después de conversar con el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, el domingo en el escenario de la COP 26 en Glasgow y de la voluntad de ambos gobiernos de dialogar.
No vamos a aplicar sanciones en medio de una negociación, comentó a la prensa Macron.
Ayer Francia liberó un pesquero del vecino país retenido en el puerto de Le Havre por realizar actividades no autorizadas, en un gesto de voluntad de resolver el diferendo, aunque insiste en que Londres lo creó con su negativa a otorgar la mitad de las licencias pedidas por hombres del mar galos.
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