Vladimir Martínez, subdirector técnico de la Empresa provincial de la música y los espectáculos Miguel Matamoros, informó que hay consenso en la necesidad de esa carrera en una urbe con fuerte arraigo en esa vertiente artística que tuvo en el Maestro Electo Silva un paradigma.
Así lo confirmó el Festival Internacional de Coros en su edición 34, que lleva el nombre de su fundador, Premio Nacional de Música fallecido en el 2017, quien creó el Orfeón Santiago en una larga tradición que tiene en el Madrigalista un valioso exponente como el más antiguo de Cuba.
El imperativo de abrir ese capítulo docente se sustenta también en los 60 años de ese evento que junta coros de los cinco continentes y revela la vigencia de un género puesto a prueba por la modernidad y las tecnologías a lo largo de siglos.
Los orígenes del auge de esas agrupaciones están en los cantos acunados por el presbítero Esteban Salas en la capilla de la Santa Iglesia Catedral Metropolitana, primera en la Isla, que igualmente lo convirtieron en el adelantado precursor de los músicos cubanos.
Con la inclusión de la urbe como ciudad creativa en la música por la Unesco se avizora con mayor fuerza la apertura de esa cátedra que fortalecerá ese empeño artístico, en el cual sobresale también la Camerata Vocal Música Áurea, a punto de cumplir sus 25 años.
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