En la segunda jornada del foro previsto hasta el 24 de noviembre, la funcionaria participó en una reunión de alto nivel organizada por el ente multilateral y Francia sobre la necesidad de aumentar las inversiones en la enseñanza tras el impacto de la Covid-19, y en el lanzamiento del informe titulado Repensar juntos nuestro futuro: un nuevo contrato social para la educación.
Velázquez fue una de las tres ministras, junto a sus homólogas de Bangladesh y Eslovenia, escogidas para intervenir en la presentación del reporte, en la cual también expusieron criterios la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, el secretario general de la ONU, António Guterres, y la presidenta etíope, Sahle-Work Zewde, los dos últimos por videomensaje.
La ministra cubana reconoció la importancia del informe y resaltó la necesidad de asumir los desafíos del sector desde la cooperación internacional, el debate, la reflexión colectiva y la voluntad política de los gobiernos.
“Lo que hagamos hoy será decisivo para garantizar el mañana. El futuro de la educación dependerá de la solución que en el presente demos a problemas ya acumulados como el analfabetismo, la pobreza, la desigualdad y la discriminación, consecuencias del injusto orden internacional”, advirtió.
Este miércoles, la titular dialogó con la ministra de Ciencia y Tecnología de Venezuela, Gabriela Jiménez, encuentro en el que reafirmaron la voluntad de ambos países de fortalecer su colaboración en los ámbitos de competencia de la Unesco.
La víspera, Velázquez fue recibida por la directora general Azoulay y por la subdirectora para la Educación, Stefania Giannini, a quienes subrayó el compromiso de la isla con la organización especializada de la ONU y la disposición a estrechar los vínculos.
En declaraciones a Prensa Latina, la ministra cubana comentó que a la 41 Conferencia General, el país caribeño llegó con mensajes que van desde el llamado a priorizar la enseñanza inclusiva como garantía de un mejor futuro para la humanidad hasta la ratificación de su voluntad de poner a disposición de las naciones que lo necesiten sus modestas experiencias y logros.
Entre los sectores en los cuales la mayor de las Antillas brinda su aporte a la comunidad internacional, mencionó la batalla contra el analfabetismo, en la que resulta de mucho valor el método cubano Yo sí puedo, aplicado ya en más de 30 países.
Asimismo, recordó las experiencias acumuladas por la isla en materia de educación de la primera infancia y de la enseñanza especial y técnico-profesional.
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