El presidente, Cyril Ramaphosa, y el vicepresidente, David Mabuza, quien preside el Comité Interministerial de Vacunas, estuvieron acompañados -bajo una incesante lluvia- por el ministro de Salud, Zweli Mkhize, y el Alto Comisionado de la República de la India, Jaideep Sarkar, entre otras autoridades.
Tras el arribo, se inicia el imprescindible proceso de control de calidad, dijo el ministro de Salud, Zweli Mkhize.
Ello permitirá a las autoridades sanitarias verificar las vacunas, así como garantizar que ellas no estén contaminadas. No se tomarán medidas para distribuirlas hasta que se cumplan esos procedimientos, detalló el Ministro.
Las vacunas se distribuirán nacionalmente a través de Biovac, una compañía biofarmacéutica formada en asociación con el gobierno en 2003.
Para ello también se contrató a operadores como Imperial o United Pharmaceutical Distributors.
Está previsto que para este mes de febrero lleguen al país otras 500 mil dosis.
Hasta el momento el gobierno sudafricano ya ha contratado nueve millones de dosis de la vacuna desarrollada por la farmacéutica Johnson & Johnson, 12 millones de Covax, y 1,5 millones de AstraZeneca.
Esto incluye 12 millones de dosis aseguradas bajo el acuerdo Covax, y 12,25 millones bajo el la iniciativa de Adquisición de Vacunas Africanas (Avatt).
Según el profesor Salim Abdool Karim, copresidente del Comité Asesor Ministerial para la Covid-19, las vacunas que está adquiriendo el gobierno se administrarán de forma gratuita.
Los fondos para ello provendrán del Tesoro y de varios planes de ayuda médica, agregó.
De inicio, acorde con el presidente Ramaphosa, las vacunas se administrarán a 1,2 millones de trabajadores del sistema de Salud.
Posteriormente, según arriben más encargos, agregó el mandatario, daremos prioridad a trabajadores esenciales como maestros, policías, empleados administrativos municipales y otro personal que se encuentra en la primera línea de combate a la pandemia.
También priorizaremos a personas en instituciones como residencias de ancianos, albergues y cárceles, mayores de 60 años y adultos con comorbilidades, añadió.
Sudáfrica pretende inocular a unos 40 millones de personas, aproximadamente el 67 por ciento de la población, cifra que se considera adecuada para lograr la inmunidad colectiva ante la enfermedad, afirmó Ramaphosa.
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