El responsable del ramo, Greg Hunt, explicó que la nueva variante Omicron del Sars-Cov-2 genera preocupaciones sobre una nueva ola de la pandemia, y por eso endurecerán los controles.
Al respecto, los no ciudadanos de Suráfrica, Namibia, Zimbabwe, Botswana, Lesotho, Eswatini, Seychelles, Malawi y Mozambique no podrán entrar a la isla, y los australianos que han estado en esas naciones deberán permanecer en aislamiento por dos semanas.
Estas restricciones también se aplican a personas como estudiantes internacionales y migrantes calificados que llegan de países con los que Australia tiene burbujas de viaje, que han estado en cualquiera de esos nueve territorios en los últimos 14 días.
Igualmente, cualquier persona que ya haya llegado a Australia y que haya estado en cualquiera de esos lugares en los últimos 14 días debe aislarse y hacerse la prueba de inmediato.
Si la evidencia médica muestra que se requieren más acciones, no dudaremos en tomarlas, dijo el funcionario.
El gobierno australiano también decidió suspender todos los vuelos desde los nueve países del sur de África durante dos semanas.
Hunt añadió que actualmente 20 viajeros de Suráfrica están en cuarentena, 19 de los cuales han arrojado resultados negativos en las pruebas de coronavirus.
Aún no se sabe si el único resultado positivo de la prueba es la variante Omicron, señaló.
Australia había eliminado en gran medida las infecciones durante la mayor parte de este año hasta que un brote de la variante Delta altamente infecciosa a fines de junio se extendió rápidamente por su costa este.
Hasta el momento se han registrado alrededor de 205 mil casos y mil 985 muertes, cifra inferior a la de muchos otros países del mundo desarrollado.
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