MacDonough, una abogada que ocupa el cargo de “asesor” de la Cámara Alta desde 2012, tiene entre sus funciones interpretar el reglamento.
Es una especie de árbitro que puede dar al traste con los planes demócratas de considerar el proyecto, en especial sobre el tema migratorio, una de las promesas del presidente Joe Biden.
El parlamentario es una persona que sin ser miembro del Senado o la Cámara de Representantes, proporciona asesoramiento y asistencia sobre cuestiones relacionadas con el significado y la aplicación de las normas legislativas, los precedentes y las prácticas de las cámaras.
La funcionaria tiene experiencia como abogada litigante del Departamento de Justicia y manejó casos de inmigración desde una oficina de la cárcel en Elizabeth, en Nueva Jersey, por lo que el tema no le es ajeno.
En los dos últimos meses su criterio fue decisivo en los reveses a los demócratas al rechazar dos propuestas migratorias al considerar que no tenían cabida dentro de un proyecto de ley de reconciliación y que su alcance “eclipsa su impacto presupuestario”.
La ley de gastos o reconciliación, ahora en su manos, permite un proceso rápido de ciertas leyes de impuestos, gastos y límites de deuda al no estar sujetas a tácticas de obstrucción porque limita el debate sobre el proyecto de ley y no permite a los senadores actuar como “filibusteros” y bloquear su votación.
En sus manos también están que las enmiendas que se pueden realizar a los proyectos y que usan esta fórmula legislativa son limitadas, lo que les da a las propuestas ventajas reales para llegar a convertirse en ley. Su decisión favorable sería un sello de garantía para los demócratas.
Según trascendidos, el líder de la mayoría del Senado, el demócrata Charles Schumer, tiene previsto presentar el proyecto de ley de gasto social masivo del partido en el pleno en la semana del 13 de diciembre.
Los legislqdorea del partido gobernante están enfrascados en conversaciones con MacDonough y esperan sus indicaciones sobre lo que puede o no incluirse en el proyecto final.
«Tan pronto como se haya completado el trabajo técnico y de procedimiento necesario con el parlamentario del Senado… el Senado retomará esta legislación», informó Schumer a los periodistas durante una conferencia esta semana.
«Una vez que eso se haya completado, estaremos listos para llevar al pleno el proyecto Build Back Better», apuntó, lo que es visto, si se aprueba, como una importante victoria para la Casa Blanca.
El proyecto de ley de gasto social y climático puede llegar a la mesa de Biden en cuestión de semanas, si fructifican las conversaciones de los senadores con MacDonough y ésta proporciona orientación no oficial sobre si las ideas del proyecto de ley cumplen con las normas presupuestarias que imponen restricciones a lo que se puede incluir.
«Está en marcha y esperamos que el parlamentario esté en condiciones de emitir algunos dictámenes importantes esta semana. Cuanto antes, mejor», dijo el senador Dick Durbin (Illinois), el segundo demócrata del Senado, citado por el diario The Hill.
Este proceso es importante pues de concretarse con éxito, los demócratas evitarán que los republicanos utilicen el llamado filibusterismo para entorpecer la aprobación del proyecto.
Las decisiones del parlamentario podrían hundir, o bendecir, algunas partes clave del proyecto de ley de gastos de los demócratas, entre estas las relacionadas con la inmigración, estiman expertos.
En su presunta imparcialidad, MacDonough frustró a senadores de ambos partidos en los últimos años y en 2017 rechazó un plan clave de los republicanos para derogar y reemplazar la Ley de Cuidado de Salud Asequible, y finalmente no lograron derogar la ley de salud del presidente Barack Obama.
Asimismo su oposición fue determinante en eliminar una iniciativa demócrata a principios de este año para aumentar el salario mínimo a 15 dólares por hora como parte del proyecto de ley de alivio del coronavirus SARS-CoV-2.
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