Los infantes de marina efectuarán disparos contra diferentes objetivos con el uso de armamento de pequeño formato y sistemas antitanques, además de que realizarán prácticas para superar obstáculos por terrenos escarpados y costeros.
Las maniobras tienen lugar en momentos de tirantez entre Rusia y sus países vecinos, entre ellos Ucrania, a los que Moscú acusa de prestar sus territorios para un acercamiento peligroso de la infraestructura de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a sus fronteras.
El pasado 2 de febrero, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, consideró una amenaza directa y una invasión a Rusia la declaración del presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, sobre su intención de recuperar el territorio de Crimea.
El mandatario ucraniano dijo este miércoles, ante la Rada Suprema (Parlamento) de su país, que recuperar la República rusa de Crimea debería ser el objetivo principal y la filosofía de Ucrania.
“Esta formulación significa que el régimen de Kiev tiene intención de utilizar todas las oportunidades disponibles, incluidas las fuerzas de seguridad, para invadir esa región rusa. Así es como tendemos a percibirlo”, denunció el funcionario ruso.
Crimea volvió a ser una república rusa después de un referendo celebrado en la península en marzo de 2014, tras el golpe de Estado que sufrió Ucrania un mes antes.
En los sufragios, el 96,77 por ciento de los votantes del territorio y el 95,6 por ciento de los residentes de Sebastopol se pronunciaron a favor de unirse a Rusia, votación que no fue reconocida por Kiev.
El gobierno ruso ha declarado en repetidas ocasiones que de manera democrática los habitantes de Crimea, en pleno cumplimiento del derecho internacional y la Carta de Naciones Unidas, votaron a favor de la reunificación con Rusia.
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