La sonda, que se denominará Ariel, será lanzada en 2029 con un cohete Ariane 6, y su destino será el análisis de “la composición de los exoplanetas, su formación y evolución, mediante el seguimiento de una muestra diversa de unos mil planetas extrasolares en las longitudes de onda visibles e infrarrojas”, señaló el comunicado.
Esta misión forma parte del programa Cosmic Vision de la ESA, tiene una duración prevista de cuatro años, con la posibilidad de dos años adicionales, y un coste de unos 200 millones de euros para la construcción del satélite.
Según explicaron los científicos, hasta el momento se identificaron “más de 5 mil exoplanetas, desde la primera observación en 1995, pero se sabe poco sobre la composición química de su atmósfera”, por lo que la nave Ariel será la primera misión dedicada al estudio de la atmósfera de un gran número” de ellos.
A partir de los datos que se obtengan, se podrá “comprender mejor las primeras etapas de la formación de los planetas”, e igualmente “podría ayudarnos a descubrir si existe vida en otros lugares de nuestro universo y si hay otro planeta como la Tierra”, añadieron.
mgt/acm