En un comunicado, el grupo precisó que las pruebas de las fases I y II se realizarán junto a su asociada, la compañía biotecnológica estadounidense Translate Bio.
Los ensayos buscan conocer a partir de su administración en 415 personas detalles sobre la seguridad del producto y un acercamiento a su eficacia, aunque es la fase III –si supera las anteriores- la que tiene en este tipo de proyectos la última palabra, al incluir a decenas de miles de voluntarios.
A diferencia de las vacunas tradicionales, destinadas a despertar la respuesta inmunitaria con la inyección del germen atenuado o inactivado, el ARN mensajero enseña a las células a sinterizar una proteína, o incluso una porción, desencadenante de la reacción defensiva del organismo.
Los agentes inmunizantes de Pfizer y Moderna utilizan esta tecnología.
Sanofi tiene otro candidato vacunal para combatir al patógeno causante de la Covid-19, que fue su primero y se encuentra en etapa de prueba, después de atrasos en su desarrollo.
La farmacéutica francesa desató polémica el año pasado al señalar que de encontrar la vacuna, Estados Unidos sería su beneficiario priorizado, por ser el país que más invirtió a riesgo, postura que provocó malestar y obligó al gigante a dar explicaciones, en un momento en el cual no existían aún agentes capaces de neutralizar al SARS-CoV-2.
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