El documento incluye también un apartado para actuar ante las agresiones en el escenario familiar, ya que la estructuración patriarcal de este lo convierten en una de las instituciones sociales más violentas, en opinión de expertos.
Según el portal web Cubadebate, el Acuerdo 9231 del 2021, aprobado por el Consejo de Ministros, incluye iniciativas desde lo nacional hasta lo local-comunitario y parten de un enfoque multisectorial, interseccional e interinstitucional.
El nuevo instrumento transversaliza el enfoque de género a todas las áreas y organismos que inciden en la supervivencia de este fenómeno, y define el actuar de las organizaciones sociales y de masas, la sociedad civil y los Gobiernos municipales y provinciales para la respuesta articulada ante la problemática.
“Ahí, probablemente, radica una de sus principales fortalezas: no deja nada al azar y establece claramente los desafíos, cómo enfrentarlos y quiénes deben hacerlo”, subraya el documento.
La estrategia integral se organiza a partir de 10 componentes que incluyen la comunicación social, la educación y formación continua; la prevención, acciones locales y comunitarias; el desarrollo legislativo; la información y estadísticas; la investigación, seguimiento y evaluación.
La violencia de género vulnera los derechos humanos, y es resultado de la conexión entre los ejes de opresión a la clase social, edad, color de la piel, ocupación, sexualidad, el territorio, y las situaciones de discapacidad, los cuales se superponen, interceptan y coexisten simultáneamente.
Cuba prioriza una agenda de Estado para hacer frente al flagelo, expresada en la aprobación en este año del Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres.
También la nación caribeña es protagonista de campañas de sensibilización, como Evoluciona y Juntas, de la habilitación de una línea única para atender a las afectadas y fortalece el trabajo de las casas de orientación distribuidas por el territorio.
En la Encuesta Nacional sobre Igualdad de Género, aplicada en la isla en 2016, el 39,6 por ciento de las entrevistadas declaró ser víctima de agresión en algún momento en sus relaciones de pareja y el 22,6 lo fue a lo largo de sus vidas.
El tipo de violencia que prevalece es la psicológica, seguida por la económica, la física y la sexual, aunque la población en general no justifica los ataques contra mujeres u hombres.
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