Es una cuestión no solo de política pública, sino también de defensa y ejercicio de las leyes que regulan la vida en comunidad, argumentó la entidad mediante un mensaje en la red social Twitter.
En el Día Mundial de los Derechos Humanos, la OPS referenció el capítulo primero de un libro que divulgara relacionado con el tema, en el cual destacó la extrema riqueza de América desde el punto de vista de la diversidad cultural.
En ella se presentan una variedad de desafíos relacionados con el reconocimiento y el respeto de las libertades civiles de los miembros de los pueblos indígenas, los afrodescendientes, los romaníes u otros, advirtió el texto.
A lo largo de la vida, estas personas experimentan discriminación estructural y poca representatividad e inclusión en los procesos de toma de decisiones, obstáculos para su acceso a los servicios de salud, agregó.
También afecta la calidad de la atención que reciben y tiene un impacto general en sus condiciones de vida, señaló, al tiempo de presentar los instrumentos internacionales y regionales de derechos humanos y los sistemas de protección por las Naciones Unidas.
La OPS ha promovido diferentes iniciativas de salud para alentar a los países en el objetivo de vigilar las inequidades determinadas por la pertenencia étnica, implementar programas e iniciar procesos conducentes a mejorar la situación sanitaria.
Conforman la población indígena en el continente más de 62 millones de personas y hasta julio del presente año, según cifras del ente sanitario, 617 mil contrajeron la Covid-19 y casi 15 mil murieron por complicaciones relacionadas a esta enfermedad desde el comienzo de la pandemia.
La OPS consideró que las vacunas contra ese patógeno encendieron una luz de esperanza, pero llamó a incluir a los pueblos indígenas en la lista de grupos prioritarios, al comprender sus vulnerabilidades y el valor comunitario que impera en sus territorios.
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