Orlando Álvarez, especialista principal del Gabinete de Arqueología Manuel Romero, al frente de las excavaciones recién iniciadas, dijo a Prensa Latina que trabajan en un estrato que pudiera ser la entrada a una cripta de enterramiento.
Vamos excavando a unos 35 centímetros de profundidad por debajo del piso actual de la iglesia, argumentó quien dirige dicho gabinete de la Oficina del Conservador de la Ciudad de Sancti Spíritus.
Estas labores dan continuidad a las primeras realizadas en 2016, ahora con la colaboración de los alumnos de la Escuela de Oficios Conrado Garau, subordinada a la citada oficina, señaló.
Estamos por ver si es de la época, pero es probable que luego aparezca la roca madre de lo que fue la ermita original, con sus sistemas de horcones completo, resaltó.
Otra de las más importantes tareas es el descubrimiento y rescate de las pinturas murales, pese al deterioro del inmueble por la exposición a la intemperie.
Explicó el especialista que se hará un proceso de consolidación, reconstrucción y conservación de los muros del recinto religioso, previéndose una intervención integral.
Con respecto a las excavaciones aparecieron algunos elementos de cerámica, de porcelana y clavos de la época, precisó.
Niurka Hernández, profesora de dibujo e interpretación de la mencionada escuela, dijo que laboran en la parte descriptiva de las unidades estratigráficas, es decir de los elementos representativos del objeto de estudio.
Llevamos una semana en la etapa de medición de los objetos y el nivel de deterioro existente para ver cuál es el resultado y a partir de ahí elaborar el plan de acciones, indicó.
Hernández destacó el hallazgo de varias pinturas murales con un motivo de diseño de cenefas repetido varias veces.
Por su parte, el joven Carlos Manuel Pérez, alumno de la especialidad de Restauración, detalló cómo se determinó la primera pintura mural, una cenefa enteriza.
Este es un proceso lento, por el grado de deterioro de la pared a causa de la humedad y el abombamiento, además de que en ello es necesario usar instrumentos muy precisos, concluyó.
La iglesia de Jesús Nazareno está enclavada en el centro histórico urbano de esta ciudad, a unos 360 kilómetros al este de La Habana, y se sabe que la primera ermita existía en 1689, y que la construcción del templo actual terminó a fines de 1830.
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