Durante su intervención en la XX Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), el mandatario mencionó que esas luchas involucraron a una isla y su pueblo, forjado desde el amor y el patriotismo, en un proceso de resistencia, creación y solidaridad.
Para Ortega, la nación caribeña enfrenta las más terribles agresiones diseñadas por el gobierno de Estados Unidos durante más de 60 años, acciones violatorias de los derechos humanos internacionales y genocidas por la aplicación, entre otras medidas, del bloqueo económico, comercial y financiero.
“El ALBA es la mejor herencia que nos deja Fidel (Castro), pues nos da la oportunidad de reunirnos en estos días donde, sumado a la pandemia de Covid-19, existe otra: la del capitalismo salvaje y del imperialismo. Ellos levantan la bandera de la democracia y en nombre de ella asesinan a los pueblos”, afirmó.
El jefe de Estado del país centroamericano significó también que algunas administraciones impulsan la destrucción de territorios en el mundo y provocan el caos, incluso, algunos galardonados con el Premio Nobel de la Paz.
De acuerdo con el mandatario, «los hijos de América Latina y el Caribe resultan una mano de obra vital para Estados Unidos. Esa población migrante, perseguida y agredida, es la encargada de los trabajos rechazados por los norteamericanos».
A su juicio, el imperialismo tiene como peculiaridad la promoción de la mentira porque predica la paz y practica la guerra y el terrorismo contra los ciudadanos de países progresistas y de izquierda como el caso de Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua.
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