Tales fenómenos, asimismo, resultaron más calientes y grandes, con una intensidad mayor en un 17 por ciento y una extensión geográfica superior en un 46, precisaron los catedráticos de la universidad del estado capital de este país norteamericano.
«Más de una ola de calor coincidente a menudo tiene peores impactos sociales que un solo evento», explicó en el documento la autora principal, Cassandra Rogers.
Si ciertas regiones dependen unas de otras, por ejemplo, para la agricultura o el comercio, y ambas sufren tensiones al mismo tiempo, es posible que no puedan responder a ambos eventos, agregó.
Las olas de calor (definidas como de alta temperatura que duran tres días o más y cubren al menos 1,6 millones de kilómetros cuadrados) pueden causar desastres desde malas cosechas hasta incendios forestales y aquellas que ocurren a la vez pueden multiplicar esas amenazas, señaló.
El resultado de ese impacto agota la capacidad de los países para brindar ayuda mutua en las crisis, como se vio durante los múltiples incendios forestales en los Estados Unidos, Canadá y Australia asociados con olas de calor en 2019 y 2020, apuntó.
Los investigadores pidieron frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, mitigar el cambio climático y, subrayaron, el alza continua de la temperatura significa que el plantea debería prepararse para más olas de calor simultáneas.
La sociedad actual no está adaptada a los tipos de eventos climáticos que experimentamos en este momento, aseveró otra de las implicadas en el estudio, Deepti Singh.
«Es importante comprender cómo podemos reducir nuestra vulnerabilidad y adaptar los sistemas para ser más resistentes a este tipo de eventos de calor que tienen impactos sociales en cascada», remarcó la profesora de la Escuela de Medio Ambiente, asociada a la alta casa universitaria.
Una investigación anterior vinculada con el tema encontró que las olas de calor concurrentes causaron una caída de alrededor del cuatro por ciento en la producción global de cultivos.
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