Compuesto por cinco partidos, el nuevo Ejecutivo emergió de una coalición que unió fuerzas para derrocar al partido de la Alianza de Ciudadanos Descontentos (ANO), del ex primer ministro Andrej Babis en las elecciones generales de octubre.
Entre los nombres cuestionados por Zeman está el de Jan Lipavsky, propuesto para el cargo de ministro de Relaciones Exteriores, quien es miembro del Partido Pirata y mantiene una «postura distanciada» con respecto a Israel.
El nuevo canciller cuestiona además la alianza político-cultural europea conocida como el Grupo de Visegrado, que República Checa conforma junto a Polonia, Hungría y Eslovaquia, según analistas.
Tras conversaciones el lunes entre Zeman y Fiala, llegó el acuerdo, no sin presiones por parte del nuevo Primer Ministro, quien amenazó con llevar el caso ante el Tribunal Constitucional.
El jefe del Ejecutivo es calificado de conservador y escéptico sobre la integración y liberalización de la Unión Europea en cuestiones sociales.
Entre sus prioridades está alcanzar un compromiso conjunto que integre a las diversas ideologías políticas involucradas en la coalición de Gobierno, según declaraciones recogidas por la prensa local.
gas/ehl