De acuerdo con el Ministerio Público, la residencia aún sin estrenar, sería habitada presuntamente por el cabecilla de la organización, Jorge Luis Cárdenas, con vínculos con el Clan del Golfo, de Colombia, una de cuyas cédulas de 57 personas fue desarticulada el pasado 1 de diciembre, como parte de la Operación Fisher.
El inmueble, de 340 metros cuadrados, valorado en más de 700 mil dólares, es el segundo que intervienen las autoridades del Istmo y que asocian a la organización criminal.
En este caso, precisaron, la compra se concretó en abril de este año y la casa fue registrada a nombre de la sociedad Yojimor S.A., representada al momento de suscribir el contrato por Navir Yesabett Gómez.
La audiencia contra las personas detenidas en la Operación Fisher muestra en cada vista pública nuevas pruebas sobre operaciones en el país canalero.
Hasta el momento solo uno de los 57 ciudadanos arrestados el pasado 1 de diciembre, recibió mediante acuerdo de pena sanción de cinco años y ocho meses de prisión por asociación ilícita para delinquir.
El ministro de Seguridad de Panamá, Juan Pino, dijo a la prensa que este operativo significó un duro golpe para la banda dedicada a traficar sustancias ilícitas desde Colombia hacia las costas de las provincias panameñas Colón y Bocas del Toro, y de ahí a Estados Unidos.
Entre los arrestados hay nueve funcionarios y policías, presuntamente encargados de proteger los cargamentos y pasar información al crimen organizado, agregó.
Pino consideró que con el decomiso de unos 10 millones de dólares se logró cortar la parte financiera a esta organización criminal transnacional que utiliza al país como plataforma de tránsito para desarrollar sus actividades ilícitas dentro y fuera de la región.
El Clan del Golfo controla la producción de unas 300 toneladas de cocaína, un tercio de la cual proviene de Colombia y su red llega a 28 naciones.
En lo que va de 2021, Panamá ha decomisado más de 120 toneladas de droga, cifra récord para un año y que supera las 95 toneladas incautadas en 2019, según Pino.
Sobre el Clan del Golfo, el funcionario precisó que “tenía un control absoluto de todas las actividades del narcotráfico y rutas hacia Centroamérica», donde han consolidado importantes alianzas con células del crimen en Panamá, Costa Rica y Honduras.
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