“El Cenesex educa para el amor y la convivencia respetuosa, no para relaciones de dominación muchas veces ejercidas mediante la violencia”, subrayó Castro al intervenir en el acto por el aniversario 33 de la fundación de dicha institución.
Promovemos una educación basada en principios humanistas y democráticos que inspiran el paradigma de emancipación del socialismo, aseguró Castro en el Memorial de la Denuncia ubicado en esta capital.
Es una de las instituciones atrevidas de la Revolución y no podía ser de otra manera, señaló Castro, quien recibió la Orden Carlos J. Finlay.
La educación integral de la sexualidad –explicó- aporta valiosas herramientas para la comprensión del ser humano como sujeto de derechos.
El proceso revolucionario contribuyó a debilitar los mecanismos de dominación y discriminación que se atraviesan en las relaciones sociales, pero que también se resisten ante las presiones para el cambio, argumentó.
Debemos ayudar a tomar consciencia de que el patriarcado no desaparece de facto, ni simbólicamente como resultado de la teoría, ni de los esfuerzos de la práctica transformadora del socialismo, ni los discursos y políticas convincentes, explicó.
Es necesario -indicó- desarticular el sistema de dominación patriarcal a través del diálogo político, la educación permanente y estrategias comunicacionales.
De este modo será posible dar paso a un nuevo proyecto de sociedad basado en la solidaridad, igualdad, justicia y equidad social, aseveró.
Al hacer uso de la palabra, el ministro de Salud Pública de Cuba, José Ángel Portal, destacó la importancia del Cenesex para la sociedad del país caribeño y recordó el rol histórico de las combatientes Vilma Espín y Celia Sánchez en su lucha por el bienestar y la felicidad del pueblo.
gas/joe