La XX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del ALBA-TCP, celebrada el 14 de diciembre en La Habana, constituyó el clímax de los esfuerzos renovados durante el último año para avanzar hacia una unidad genuinamente latinoamericana y caribeña.
En un escenario geopolítico signado por el impacto económico y el daño humano ocasionado por la pandemia de Covid-19, junto a la marcada hostilidad de Estados Unidos contra varios países del área, las naciones del bloque subrayaron la importancia de la integración frente a los intereses hegemónicos de Washington y las amenazas a la paz regional. Al intervenir en la magna cita de La Habana, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, reafirmó los valores fundacionales del ente integracionista, creado sobre la base de los principios de la solidaridad, la cooperación y defensa de la soberanía.
“El ALBA nació de la solidaridad, se afirma en el poder de los pueblos para transformar la historia”, subrayó el mandatario, quien destacó además las muestras de intercambio entre los miembros del bloque durante la emergencia sanitaria provocada por la Covid-19.
Díaz-Canel aseguró además que las medidas coercitivas unilaterales y otras acciones punitivas implementadas por Estados Unidos no podrán doblegar a los pueblos de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Por su parte, el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, abogó en La Habana por fortalecer los mecanismos de integración económica entre los países del ALBA-TCP, en función del desarrollo compartido.
En tal sentido, Maduro hizo énfasis en la importancia de realizar esfuerzos superiores para articular un plan integral en materia de economía, consolidar instrumentos como el Banco del ALBA y el Sistema Unitario de Compensación Regional (Sucre), así como avanzar en la implementación de acuerdos comerciales y productivos.
“El éxito de nuestros proyectos revolucionarios está en el camino del desarrollo económico compartido”, subrayó el presidente de Venezuela, al destacar la necesidad de adoptar una conducción firme y unitaria en este ámbito, mediante la toma de decisiones dirigidas al desarrollo y la creación de riquezas.
La XX Cumbre del ALBA-TCP concluyó con la aprobación del Plan de Trabajo Post-Pandemia del ente regional, dirigido a la consolidación de una agenda común en los ámbitos económico, político y social, además de la creación de un Observatorio contra la Injerencia.
REVITALIZAR EL ALBA-TCP
La cita de La Habana, así como la XIX reunión de jefes de Estado y de Gobierno celebrada el 24 de junio en Caracas, en saludo al aniversario 200 de la Batalla de Carabobo, dieron continuidad a los acuerdos emanados de una serie de reuniones desarrolladas durante 2021, dirigidas a fortalecer los mecanismos de integración en áreas estratégicas.
En primer lugar, a inicios de año el Consejo Social del ALBA-TCP aprobó la adopción de acciones de cooperación para enfrentar la situación pandémica desde un enfoque de solidaridad y complementariedad.
El bloque acordó entonces coordinar esfuerzos e intercambiar buenas prácticas relacionadas con el fortalecimiento de los sistemas de salud, y para garantizar el acceso de los pueblos a los tratamientos para contrarrestar al coronavirus SARS-CoV-2.
La Alianza concretó la creación de un fondo humanitario destinado a constituir el banco de vacunas y medicamentos, así como la activación de líneas de financiamiento por parte del Banco del ALBA para impulsar proyectos de salud y asegurar la adquisición de inyectables. Asimismo, en febrero el ALBA-TCP convocó a las altas autoridades de los países miembros en el área de la agricultura, con el fin de trazar estrategias para una respuesta conjunta ante el impacto de la pandemia en la alimentación de los pueblos del área.
Del encuentro emanó el compromiso de fortalecer la producción de alimentos en todas sus escalas, mediante la aplicación de la ciencia y la tecnología y el encadenamiento productivo de las naciones integrantes del mecanismo de integración.
En el ámbito político, el ALBA-TCP mantuvo en el centro de su rol internacional el rechazo a las medidas coercitivas unilaterales implementadas por el Gobierno de Estados Unidos contra varios países del ente integracionista, punto refrendado en las cumbres de Caracas y La Habana.
La XXI Reunión del Consejo Político, celebrada a inicios de marzo, demandó a Washington el levantamiento de las acciones punitivas adoptadas contra Venezuela y Nicaragua, así como el cese definitivo del bloqueo impuesto a Cuba por más de seis décadas.
Los esfuerzos de integración abarcaron incluso el ámbito comunicacional, con varios acuerdos adoptados en reunión sostenida el 12 de abril por altas autoridades del área de la comunicación y la información.
En tal sentido, los países miembros determinaron trabajar de manera conjunta en el desarrollo de una estrategia comunicacional innovadora y eficaz, que consolide al ALBA-TCP como una Alianza para la vida, al visibilizar las acciones impulsadas para el bienestar de los pueblos de la región.
Convinieron además el desarrollo de una campaña para denunciar el impacto de las medidas coercitivas unilaterales contra Estados soberanos, así como emprender acciones contra el empleo de los grandes medios y las redes sociales como herramientas de propaganda hostil para promover políticas de cambio de gobierno.
Otro tema estratégico abordado por las altas autoridades de la Alianza durante 2021 giró en torno a la importancia de fortalecer la cooperación en el sector de turismo, con el fin de impulsar programas y proyectos bilaterales y regionales, al tener en cuenta las prioridades y posibilidades de los países del área.
En reunión especial celebrada a finales de agosto, las naciones del bloque insistieron en trabajar unidos en la reactivación del sector turístico mediante acciones concretas, en beneficio de los pueblos y con una visión de sostenibilidad.
Abogaron además por impulsar la cooperación entre las autoridades de aeronáutica civil, y aerolíneas estatales y privadas de los países del bloque, con miras al fortalecimiento de la conectividad aérea de la región.
De acuerdo con la Declaración de la XX Cumbre de La Habana, los resultados de esos encuentros ratificaron el compromiso para avanzar en la consolidación de ALBA-TCP como alternativa político-estratégica de integración latinoamericana y caribeña, y en sus valores compartidos de solidaridad, cooperación y complementariedad.
Creado en 2004 por iniciativa de los líderes revolucionarios Fidel Castro (1926-2016) y Hugo Chávez (1954-2013), el bloque integracionista lo componen actualmente Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Dominica, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y Granada.
arb/wup
(*) Corresponsal jefe de Prensa Latina en Venezuela