En conferencia de prensa, la titular explicó que las nuevas remuneraciones regirán desde la segunda quincena de enero venidero, tras su publicación en Gaceta Oficial.
Los nuevos salarios, precisó, estarán vigentes por los próximos dos años, tras el fracaso de las negociaciones entabladas por patronos y sindicatos en una mesa tripartita, en la que el Gobierno actuó como mediador.
Para su decisión, dijo, el Ejecutivo tuvo en cuenta estudios sobre el comportamiento del Producto Interno Bruto (PIB) este año y las perspectivas para 2022, y citó a organismos como el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En ese sentido informó que los sectores de agricultura, pesca y ganadería recibirán el beneficio de un incremento del 1,5 por ciento del actual salario mínimo.
Mientras los trabajadores de los servicios sociales, financieros y salud privada, así como los asociados al suministro de electricidad, gas y agua, el auge será del dos por ciento.
Puso como ejemplo el servicio de salud privada e indicó que los empleados de hospitales y clínicas en jornadas de 48 horas semanales, recibirán ahora 686,39 dólares mensuales, lo que equivale a un incremento de 12,48 dólares en relación con 2019.
Zapata afirmó que los trabajadores de la empresa del banano percibirán un incremento del 13 por ciento en sus salarios, mientras sectores como comercio, hoteles, restaurantes, artes y entretenimientos mantendrán las tasas vigentes.
Este Decreto Ejecutivo, remarcó, es una decisión de justicia social ajustada a la realidad del país y las perspectivas de crecimiento que organismos nacionales e internacionales prevén para Panamá en 2022.
Luego asumió que los convenios colectivos y acuerdos entre empleadores y empleados será siempre una herramienta para el diálogo en aras de fortalecer las relaciones laborales.
En 2019, el actual Gobierno del presidente Laurentino Cortizo decretó un alza promedio del 3,3 por ciento, mientras que en 2017 el entonces gobernante Juan Carlos Varela aprobó un auge del 6,5 por ciento en las grandes empresas y del 4,5 por ciento en las pequeñas.
En 2020, el PIB se derrumbó un 17,9 por ciento debido a la Covid-19, pero se expandió un 10 por ciento en el primer semestre de este año, impulsado por la minería y sectores como la logística, muy vinculados a factores externos.
Otras estadísticas señalan que el desempleo en Panamá registró una tasa del 11,3 por ciento en octubre pasado, mejorando respecto al 18,5 por ciento de septiembre de 2020, pero lejos del 7,1 por ciento de agosto de 2019.
Algunos economistas locales sostienen que un incremento del salario favorecería la recuperación del consumo interno, muy debilitado, y por tanto de la economía del Istmo, que crecerá entre un ocho y un 12 por ciento este 2021, según las previsiones de organismos internacionales.
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