Una nota de prensa emitida por su familia a través del exdirector de la oficina de comunicación de los Atlanta Falcons Aaron Salkin, señaló que murió a los 77 años por complicaciones de demencia.
Reeves pasó casi cuatro décadas ligadas a la NFL y entre sus momentos de mayores glorias estuvieron el ganar un Super Bowl como jugador de los Dallas Cowboys y sumar otro como asistente del entrenador Tom Landry con la misma franquicia.
En el puesto de adiestrador en jefe llevó a los Denver Broncos a tres Super Bowls y a los Falcons a uno más, aunque no logró victoria en ninguno de esos enfrentamientos.
De acuerdo con el documento divulgado, el exdeportista dijo adiós “en paz y rodeado de su amada familia en su casa de Atlanta».
Reeves dejó balance de 201 triunfos, 174 reveses y apenas dos empates en la competición, por lo que es uno de los siete entrenadores en la historia con más de 200 éxitos.
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