“No iré a esta primaria, no es serio, y será un fracaso indiscutible”, afirmó en declaraciones a la cadena France Inter, a menos de 100 días de la primera ronda de las presidenciales y en respuesta a llamados a una candidatura única de la izquierda lanzados por la alcaldesa socialista de París, Anne Hidalgo, y la exministra de Justicia Christiane Taubira.
A juicio del diputado, aspirante por tercera vez al Palacio del Elíseo, lo que falta no es unidad, sino movilización, y descartó guardar silencio sobre temas que dividen a los representantes de diversas fuerzas progresistas.
Hidalgo y Taubira, quien aún no ha oficializado su candidatura, insisten en que la izquierda solo podrá llegar a la segunda vuelta de los comicios el 24 de abril, dos semanas después de la primera, si lleva un solo contendiente apoyado por todos.
Estoy cansado de las quejas de un sector que dice que no es posible la victoria sin la unidad, y yo les pido que se movilicen, actúen y convenzan, dijo Mélenchon, quien recordó el triunfo del socialista François Mitterrand en 1981, pese a la presencia en la carrera del comunista George Marchais, capaz de atraer entonces un 16 por ciento de los votos.
Según las encuestas, las elecciones tienen a la derecha como clara favorita, con el presidente Emmanuel Macron, la conservadora Valérie Pécresse y la líder ultraderechista Marine Le Pen reflejados por ese orden en el duelo del balotaje.
En las filas de la izquierda, Mélenchon es el mejor situado, con un potencial en torno al 10 por ciento del electorado, seguido por Taubira y el ecologista Yannick Jadot, este último tampoco partidario de la primaria, al igual que el secretario nacional del Partido Comunista, Fabien Roussel.
Entre los argumentos de los detractores de la candidatura unificada está el criterio de que las personas se unen alrededor de ideas y no de políticos.
Por su parte, Mélenchon subrayó que para aspirar a la victoria, se necesitan un programa presidencial y equipos de trabajo, asegurando que él ya cuenta con esas herramientas.
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