En un comunicado, el SNUipp-FSU, uno de los gremios convocantes, consideró que desde el retorno de los niños y adolescentes a clases, el pasado lunes, se ha creado una situación de “desastre indescriptible y un sentimiento de abandono y cólera entre el personal de las escuelas”.
Vemos que las cosas se hacen de manera diferente en todos lados, a veces en centros de una misma ciudad, precisó el co-secretario general de ese sindicato, Guislaine David.
Una de las críticas al gobierno es la rectificación del protocolo sanitario en la educación, apenas unos días después de actualizarlo, en particular en lo relacionado con los alumnos casos contacto de la Covid-19.
Según la regla puesta en vigor, los niños menores de 12 años que sean contactos de personas positivas no tendrán que aislarse, y podrán regresar a clase con una prueba negativa realizada por los padres, seguida de dos autotest.
Para David, el nuevo protocolo es alucinante, y muy pocos educandos escaparán de la enfermedad cuando se contamine alguien en su hogar, “al negar esta realidad, el virus circulará como nunca antes”.
Los sindicatos abogaron por la huelga del 13 de enero en escuelas, colegios y liceos, para exigir condiciones de seguridad frente a la propagación de la variante Ómicron del coronavirus SARS-CoV-2.
Organizaciones como Snes-FSU, Snalc, CGT Educ’action, Sud Education y FO anunciaron el acompañamiento a la protesta.
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