Casi dos años después alejada de toda forma deportiva debido a la Covid-19, el elenco cubano vuelve a la piscina y en el inicio de los entrenamientos la presencia de las eslovacas aporta juego y estilo, según comentó Jorge del Valle, director técnico de las antillanas.
En el dialogo con Prensa Latina, el preparador cubano celebró la serie amistosa junto a las europeas, quienes suman mayor experiencia y recorrido internacional, además de contar con una liga doméstica de gran rivalidad.
Resulta favorable en todos los aspectos, el conjunto eslovaco ocupa la octava posición en Europa y compartir sesiones prácticas permitirá evaluar las capacidades de un equipo caribeño renovado en un 60 por ciento y promedio de edad de 21 años, comentó el técnico cubano.
El diseño del intercambio con sede en la piscina de la Escuela Giraldo Córdova Cardín, al este de La Habana, incluye en las mañanas trabajo físico y técnico; en tanto, las confrontaciones suceden en la tarde, informó Del Valle.
Las europeas constituyen el primer conjunto foráneo en pisar suelo cubano en 2022 y sucede en medio de las estrategias nacionales rumbo al torneo premundial, el cúal fue aplazado recientemente y aún se desconoce la nueva sede y fecha.
El certamen panamericano estaba previsto para Brasil a fines de enero pero la Covid-19 obligó a posponerlo y en estos momentos estamos a la espera de una decisión, pues dicho evento otorgaría dos cupos hacia la lid de Fukuoka, subrayó el entrenador cubano.
De acuerdo con el preparador nacional, las representaciones de Canadá, Brasil y Cuba optan por las plazas, tras la clasificación de Estados Unidos y para las antillanas el boleto representaría su quinta asistencia mundialista, tras intervenir en las versiones de Montreal 2005, Melbourne 2007, Shanghái 2011 y Gwangiu 2019.
Precisamente, en la definición de uno de los boletos para la justa del orbe de hace tres años, las cubanas vencieron a las brasileñas, quienes luego tomaron desquite en la porfía del metal de bronce en los Panamericanos de Lima 2019.
El actual ciclo competitivo impone para las mujeres del polo acuático cubano como primer paso materializar el sueño mundialista; en la ruta hacia la defensa de la hegemonía centroamericana en San Salvador y lograr una presea en los Panamericanos de Santiago de Chile.
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