La disminución de la inmunidad es la responsable de las infecciones de vanguardia, pero los fármacos mantuvieron la protección ante la hospitalización y la enfermedad grave nueve meses después de recibir la primera inyección, precisaron los autores de la universidad norteamericana de Carolina del Norte.
Debido a las dudas suscitadas por la aparición de las variantes Delta y Ómicron, recomendaron a las personas sin vacunarse aún, hacerlo de inmediato y subrayaron la importancia de la dosis de refuerzo, especialmente para los adultos mayores.
“A diferencia de investigaciones anteriores, estimamos la eficacia del biológico en la reducción de los riesgos actuales de la Covid-19, hospitalización y muerte en función del tiempo transcurrido desde la primera dosis”, explicó el autor principal, Danyu Lin.
Esta información es clave para determinar la necesidad y el momento óptimo de la vacunación de refuerzo, enfatizó el profesor de Bioestadística en la prestigiosa publicación médica.
La eficacia de los inmunizantes de ARNm de Pfizer y Moderna para reducir el riesgo de la enfermedad alcanzó un máximo de aproximadamente el 95 por ciento a los dos meses de la primera dosis y luego disminuyó gradualmente, expusieron en el texto.
A los siete meses, el biológico de Pfizer bajó a un 67 por ciento de efectividad, en comparación con el de Moderna, que mantuvo un 80 por ciento, detallaron los científicos.
Entre los primeros receptores de los dos fármacos de ARNm, la eficacia disminuyó drásticamente desde mediados de junio hasta mediados de julio de 2021, cuando la variante Delta estaba aumentando, apuntaron.
La eficacia de la vacuna contra el adenovirus de Johnson & Johnson fue del 75 por ciento al mes de la inyección y cayó al 60 después de cinco meses, amplió el artículo.
Las tres fueron eficaces para mantener a las personas fuera del hospital debido a la Covid-19 grave, destacaron los implicados, quienes examinaron datos sobre el historial de inyección y los resultados de salud de 10,6 millones de residentes de Carolina del Norte entre diciembre de 2020 y septiembre del pasado año.
Las conclusiones del estudio fueron utilizadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Estados Unidos en aras de apoyar el uso de inmunógenos de refuerzo.
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