Después de las declaraciones, el europeo quedará detenido unas horas por admitir «errores humanos» en su documentación de viaje, y tendrá un encuentro junto a sus abogados para preparar la audiencia definitiva el domingo en la que se decidirá si sigue o no en el país continente.
Djokovic no se someterá a la deportación hasta que el caso sea resuelto en la Corte Federal de Australia.
El viernes el ministro de Inmigración de Australia, Alex Hawke, volvió a anular el visado del tenista, quien había llegado a la ciudad de Melbourne para defender su título del Abierto de Australia.
El 10 de enero, la Corte federal de Circuito de esa ciudad canceló una decisión similar de Hawke contra el jugador, al considerarla infundada.
Este año los organizadores del primer Grand Slam de la temporada solicitan que todos los tenistas estén vacunados contra el coronavirus o cuenten con una exención médica, y Djokovic no podía recibir la inyección al pasar la enfermedad en diciembre pasado.
mem/am