Tras conversaciones en esta capital con su homólogo croata, Gordan Grlic Radman, el funcionario dijo que su contraparte comprendió los riesgos de los intentos de Kiev de interpretar sus acuerdos con Zagrev, supuestamente en línea con una posible solución ofensiva en el este de Ucrania.
“Estas son las posibles intenciones. Espero que no llegue a esto, pero son bastante peligrosas”, manifestó Lavrov en conferencia de prensa conjunta con Radman.
El ministro de Asuntos Exteriores recordó las declaraciones del presidente de Ucrania, Vladimir Zelensky, de que cualquier ciudadano de Ucrania que se sienta ruso, hay que dejarlo ir para ese país.
Este lunes, el representante permanente de Rusia ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Alexander Lukashévich, apuntó que las declaraciones de los representantes de Kiev ante ese organismo indican que Ucrania está trabajando para romper los acuerdos de Minsk.
“Ucrania, quizás, en palabras, a veces confirma un cierto compromiso con este paquete de propuestas para un arreglo, pero está trabajando en su demolición práctica”, aseveró, según la agencia de noticias TASS.
Los acuerdos de Minsk de febrero de 2015 tienen como objetico la solución pacífica del conflicto en el este de Ucrania y, además de alto el fuego, establecen la retirada de armas, una amnistía y el restablecimiento de los lazos económicos.
También incluyen la realización de una profunda reforma constitucional en ese país, que debiera generar la descentralización del poder, teniendo en cuenta el estatuto especial de ciertas regiones de Donetsk y Lugansk.
Sin embargo, el conjunto de medidas incluidas en los acuerdos aprobados por las autoridades de Ucrania, Rusia, Francia y Alemania no han sido aplicadas por Kiev, negado a implementar su parte política.
La presidencia rusa ha ratificado su compromiso con los acuerdos de Minsk, los cuales considera la única base para resolver el conflicto interno en Ucrania.
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