Esa es la vida, Octavio resume en 30 minutos la prolífica trayectoria del artista (1935-2008), quien figura en la selecta lista de intelectuales de la segunda mitad del siglo XX que marcaron el rumbo de la filmografía en la isla.
Ganador en la segunda convocatoria del Fondo de Fomento del Cine Cubano, el proyecto articula elementos de la narrativa documental y de ficción, en tanto se apoya en material de archivo y testimonios de cineastas que compartieron su vida profesional como Manolo Pérez, Raúl Rodríguez, Manuel Herrera, Enrique Pineda y Luis Lacosta.
Según confesó Wood en entrevista publicada en la revista digital Cubarte, el audiovisual salda una deuda personal, pues a los 14 años tuvo la oportunidad de protagonizar el primer largometraje de ficción de Cortázar: El brigadista, en 1976, el cual marcó el inicio de una relación profesional “muy intensa, útil y necesaria”.
La cinta se centra en el Cortázar cineasta y su desempeño en el arte, pues siempre puso su vida personal o familiar fuera de los focos mediáticos, y en ese sentido el audiovisual respeta la voluntad del creador de títulos como Guardafronteras (1980), Derecho de Asilo (1994) y más de una veintena de documentales.
El historial del realizador recoge una destacada obra tanto detrás de las cámaras como en la preparación de futuras generaciones, así como su presencia en la fundación del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) y la escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños.
Igualmente, puso su talento a disposición de algunas ediciones del Noticiero ICAIC Latinaomericano y dirigió la Casa Productora de Documentales Hurón Azul, perteneciente a la Unión de Escritores y Artistas de este país.
gas/lbl