Al participar en una reunión ministerial virtual sobre Haití convocada por Canadá, Solano propuso un abordaje mediante cuatro acciones concretas: primero, la creación de un programa de financiamiento inmediato para atender las necesidades de infraestructura básica y reforestación en Haití.
El rol de los países con una responsabilidad compartida con Haití, para construir mejores capacidades para incorporar, en la medida de las capacidades y con visión de derechos humanos, la migración haitiana, es la segunda medida mencionada por Solano, según el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.
Las otras dos son apoyar a las autoridades haitianas para combatir las actividades y organizaciones criminales y la corrupción, y la construcción de un plan de acción a largo plazo que permita atender las causas estructurales de la crisis en esa nación caribeña.
De acuerdo con la cancillería tica, la reunión abordó tres temas centrales seguridad, diálogo político y la situación humanitaria en Haití.
Refiere que los participantes coincidieron que la situación actual en esa nación requiere que la comunidad internacional revise y fortalezca sus compromisos para asegurar una solución a la seria crisis que sufre el país, y reafirmaron su compromiso para mejorar la seguridad interna, como una condición necesaria para poder celebrar elecciones libres.
Además, señala, acordaron que cualquier acción que se realice en Haití debe ser mediante la apertura de un diálogo con el gobierno y la sociedad civil haitiana, y con un enfoque de derechos humanos.
Finalmente, refiere que concordaron en la necesidad de extender el mandato de las Naciones Unidas sobre Haití, que vence en julio del 2022, el cual -indica- debe fortalecer para que incluya un alto componente de seguridad ciudadana.
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