‘La situación del racismo estructural y sistémico tiende a seguir agravándose y profundizándose en algunos países, particularmente desarrollados’, precisó el representante permanente de la isla en ONU-Ginebra, Juan Antonio Quintanilla, en la continuación de los debates de la sesión 46 del Consejo.
El embajador intervino en un foro sobre el tema nueve de la agenda, dedicado a abordar el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, y al seguimiento y aplicación de la Declaración y el Programa de Acción de Durban, aprobados en 2001 para luchar contra esos flagelos.
De acuerdo con Quintanilla, en tan importantes cuestiones no deberían tener cabida la manipulación y la politización, por lo que exhortó a los procedimientos especiales que trabajan en este ámbito a desempeñarse acorde a su mandato y al Código de Conducta vigente.
Necesitamos, más que nunca, la cooperación, el diálogo y las acciones mancomunadas para avanzar en el cumplimiento de los objetivos definidos en Durban, dijo.
A propósito de Cuba, el diplomático aseguró que su país sigue empeñado en combatir el racismo y la discriminación racial, gestión reforzada con un programa nacional adoptado en 2019.
Elaboramos en la isla un diagnóstico abarcador de las manifestaciones históricas y actuales del racismo y actualizamos las iniciativas de investigación de las instituciones académicas, subrayó.
Quintanilla destacó en el Consejo de Derechos Humanos el enfoque multisectorial de Cuba frente al fenómeno, con el aporte de entidades relacionadas con la educación, las universidades, la salud pública, el deporte y otras, así como de los medios de comunicación.
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