“La salud quebrantada en la injusta prisión y su reciente accidente cerebral, determinan acciones excepcionales”, declaró a Prensa Latina el abogado que publicó los Archivos del estadounidense Plan Cóndor.
Para Almada, quien denunció aquel proyecto represivo de exterminio contra las izquierdas de la región, “salvar la vida de Julian Assange es urgente”, tras 10 años de litigios que lo privan de libertad.
El revoucionario, también víctima de persecución, prisión y tortura en su país, y de exilio en Panamá (1974-1978), elogió el actual respaldo mexicano a Assange.
“Apoyo el reiterado ofrecimiento del presidente de México, Andres Manuel López Obrador, de brindarle asilo, acorde con la tradición política internacional”, subrayó el premio Nobel Alternativo 2002.
Para Almada, doctor en pedagogía, “la contribución de Assange a la defensa de los Derechos Humanos mediante Wikileaks, es tan inmensa como enorme la ferocidad de la persecución que padece”.
“Aunque desde muy lejos en Paraguay, insisto en la protección de la vida y la defensa del Derecho a la Verdad y la Justicia de Assange”, expresó el letrado en momentos en que el periodista puede ser extraditado a Washington.
La decisión en diciembre del Tribunal de Apelaciones anuló una sentencia previa que exoneraba de la repatriación a Assange, acusado por sus revelaciones sobre homicidios estadounidenses en Iraq y Afganistán.
El periodista australiano puede recibir en Estados Unidos una condena de hasta 175 años de prisión, por supuestos delitos de espionaje e intrusión informática, mediante documentos divulgados por Wikileaks.
Por su parte, Almada fue el descubridor en 1992 de los archivos del Plan Condor, luego de 15 años de investigación durante su exilio en París, a través de una pesquisa por la que algunos le tildaron de “loco”.
Unos 700 mil documentos fueron encontrados el 22 de diciembre de ese año en la ciudad central paraguaya de Lambaré, entre estos los de organismos de inteligencia de la dictadura del presidente local Alfredo Stroessner.
Aunque ya había caído aquel gobierno, muchos negaban aún la existencia del tenebroso engranaje de terror, cuyo principal objetivo fue la lucha contra todo lo que oliera a comunismo en la región.
Los gobiernos militares eliminaron mediante aquella “operación” a sus enemigos políticos, en especial a los que integraban la “actividad armada de guerrillas comunistas”.
El Premio Nobel Alternativo 2002 concedido a Almada lo otorga la Fundación Right Livelihood y fue creado en 1980, tras negarse los promotores del Nobel a distinguir en su entrega los derechos humanos y el medioambiente.
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