De acuerdo con la fuente oficial, este auge de los crímenes sexuales responde en buena medida a las denuncias por hechos antiguos, a partir del escenario que ha evolucionado hacia esa dirección.
En un comunicado, el ministro del Interior Gérald Darmanin atribuyó el aumento a la liberalización de la palabra, o sea a la disposición de las víctimas a hablar del tema y a acusar a los presuntos autores, así como a una mejor gestión de las fuerzas del orden ante situaciones de violencia de género.
Los crímenes sexuales en Francia se habían incrementado un tres por ciento en 2020 y un 12 en 2019.
Respecto a otros delitos, las agresiones intencionales y la violencia doméstica crecieron el año pasado en un 12 y un 14 por ciento, respectivamente, mientras los robos sin uso de la fuerza lo hicieron un cinco por ciento.
También las estafas aumentaron de manera importante en 2021, un 15 por ciento, lo cual Darmanin enmarcó en la proliferación de la ciberdelincuencia.
En el caso de los robos en viviendas y de vehículos, estos se mantuvieron a niveles estables, después de bajar notablemente en los últimos dos años, según las estadísticas divulgadas por el Ministerio del Interior.
Darmanin defendió el trabajo gubernamental en el combate a la delincuencia durante el quinquenio de presidencia de Emmanuel Macron, en un contexto caracterizado por la cercanía de las elecciones presidenciales de abril, de cara a las que la seguridad constituye una de las principales preocupaciones ciudadanas.
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