La jugadora de 25 años será la primera tenista de casa en disputar la discusión de la cornana individual del torneo desde 1980, cuando Wendy Turnbull se batió por un título que en definitiva perdió frente a la checoslovaca Hana Mandlikova.
La última tenista australiana en proclamarse campeona del primer Grand Slam de la temporada fue Christine O’Neil en 1978, y lo hizo sobre la superficie de hierba que hasta 1988 se empleó para disputar el certamen.
Más de cuatro décadas después, Barty está a las puertas de hacer historia pero antes deberá superar al estadounidense Danielle Collins, su rival en la gran final del sábado.
La propia jugadora norteamericana expresó que será un partido «espectacular» frente a la mimada del público y ya sabe le espera tras recibir algunos abucheos este jueves luego de completar su victoria contra la poloca Iga Swiatek.
Barty, por su parte, se ha mostrado intratable ante sus seis primeras oponentes, a quienes no les ha regalado ni un set, incluida su última víctima en semifinales, la estadounidense Madison Keys.
La primera favorita del la lid se apoyó en un excelente servicio para imponer su juego y no dejar la menor opción a su rival para derrotarla por 6-1, 6-3.
Al frente del escalafón universal desde septiembre pasado, Barty ya conoce el sabor de un Grand Slam con sus victorias en Roland Garros 2019 y Wimbledon 2020, pero aún persigue su primer ‘major’ delante de una afición que la venera.
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