Durante un trabajo de campo con estudiantes en la selva tropical del Parque Nacional de Kibale, al oeste de Uganda, el doctor de la universidad Anglia Ruskin en Reino Unido halló la especie de chicharra, a la que llamó Phlogis kibalensis, describió el texto.
Tiene un distintivo brillo metálico, detalló, un cuerpo con marcas y, al igual que la mayoría de su tipo, unos órganos reproductores masculinos de forma única -en este caso, parcialmente en forma de hoja-, pertenece a un grupo o género llamado Phlogis.
Las chicharras guardan relación estrecha con las cigarras, sin embargo, resultan mucho más pequeñas: el macho de la especie encontrada solo mide 6,5 milímetros y se alimenta principalmente de la savia de las plantas.
El hallazgo es un logro único en la vida, sobre todo porque su pariente más cercano se encontró por última vez en otro país africano (República Centroafricana) hace más de 50 años, explicó Helden, miembro del área de investigación de Ecología Aplicada de la alta casa de estudios.
Supe que era algo muy especial en cuanto lo vi, y son tan raros que su biología sigue siendo completamente desconocida, y “no sabemos casi nada sobre Phlogis kibalensis”, subrayó.
Queda mucho por averiguar, no solo sobre esta, sino en torno a muchas otras, incluidas aquellas que aún esperan ser descubiertas, aseveró.
Es increíblemente triste pensar que algunas especies se extinguirán antes de que seamos conscientes de su existencia, confesó.
Hay algunos lugares maravillosos, como el Kibale, donde la vida salvaje sobrevivirá, pero fuera de los parques y reservas nacionales, la cantidad de selva tropical que se ha talado es devastadora, lamentó Helden.
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