Solo los camioneros y los ciudadanos retornados o residentes en Ruanda recibieron luz verde para utilizar el puesto fronterizo de Gatuna, el más importante de los tres entre ambos países, anunció el portavoz del gobierno ruandés Yolande Makolo.
«Los camiones, los ciudadanos ruandeses/residentes que regresan están cruzando a Ruanda en Gatuna como en otros puntos fronterizos, según los protocolos (de lucha contra la) Covid-19 de la CAO (Comunidad de África Oriental)», tuiteó Makolo.
Tales protocolos desaconsejan los viajes no esenciales y dan prioridad a la circulación de mercancías, añadió el funcionario al señalar que se trata de normas aprobadas por la CAO, a la que pertenecen Kigali y Kampala.
Makolo dijo que las autoridades sanitarias de ambos países desarrollarán acciones conjuntas que permitirán a todos el tránsito por ambos lados, pero no se refirió a una fecha concretamente.
De acuerdo con la versión de New Times, a algunos ciudadanos se les negó el paso y el servicio de autobuses y taxis aún no se activó.
Kigali acusó en 2017 a Kampala de albergar grupos hostiles a Ruanda y de torturar a ruandeses en territorio del vecino Estado. El deterioro de los vínculos llevó al cierre fronterizo en febrero de 2019.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional anunció el viernes pasado que Gatuna y otros puestos fronterizos terrestres con Uganda se reabrirían esta jornada.
Tal anuncio se produjo unos días después que el presidente ruandés, Paul Kagame, se reuniera en esta capital con el teniente general Muhoozi Kainerugaba, comandante de las fuerzas terrestres de Uganda y asesor especial del mandatario ugandés, Yoweri Museveni.
La cita sirvió para discutir «las preocupaciones de Ruanda y las medidas prácticas necesarias para restablecer la relación entre Ruanda y Uganda».
Una declaración del gobierno dio cuenta de su compromiso con resolver problemas pendientes entre ambas naciones de África oriental.
Antes de esa reunión Museveni envió varios emisarios a su homólogo Kagame, incluido el representante permanente de Kampala ante la Organización de Naciones Unidas (ONU),
Adonia Ayebare.
Tres días después de la visita de Kainerugaba, quien es hijo de Museveni y se rumora se prepara para sustituirlo en la presidencia, el ejecutivo ugandés sustituyó al general de división Abel Kandiho como jefe de la Jefatura de Inteligencia Militar, quien fue acusada de acosar, torturar y matar a ruandeses.
El hecho visto como una reanudación efectiva de los lazos necesitó al menos cuatro encuentros cuatripartitos en los que participaron los mandatarios angoleño Joao Lourenzo y el congoleño Félix Tshisekedi.
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