En su cuenta de la red social Twitter, el canciller resaltó que solo esa resistencia y la unidad lograron evitar el colapso económico y social que la política hostil de la nación norteña persigue contra la isla, alcanzar un desarrollo humano destacado y garantizar avances indiscutibles en la justicia social.
En medio del enfrentamiento en Cuba a la mayor crisis sanitaria de la época moderna, la pandemia de la Covid-19, el bloqueo fue reforzado por la administración estadounidense de Joe Biden, quien mantuvo intactas las 243 medidas vigentes de su antecesor Donald Trump (2017-2021).
Sin embargo, en ese periodo la nación antillana desarrolló vacunas propias contra la Covid-19, que le permitieron encabezar la lista de países con más alta tasa de vacunación en el orbe y fue también el primero en iniciar la inmunización a su población pediátrica.
El cerco de la Casa Blanca viola el derecho internacional y el principio de igualdad soberana entre los Estados; y pretende revertir el sistema político y social que la población cubana ha decidido para sí, en pleno ejercicio de su autodeterminación, señaló recientemente un comunicado de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas.
En su discurso de clausura del Octavo Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, correspondiente a la IX Legislatura, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, también enfatizó en el valor y talento del pueblo.
“Como dijo una vez Fidel, algún día habrá que levantar un monumento al pueblo (…) Nos toca completar ese monumento saltando por encima del bloqueo, de nuestras limitaciones, dificultades y frenos”, recalcó.
Recientemente, se cumplieron 60 años de la firma de la Orden Ejecutiva 3447, que formalizó el bloqueo de Washington contra La Habana.
Se trata del cerco unilateral más prolongado de la historia, que genera escasez en la población, y atenta con derechos humanos básicos como el acceso a alimentos y salud, y daña sensiblemente a los sectores más vulnerables.
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