El conocido como Señor de la Vanguardia dejó imborrables huellas de amistad, combatividad y amor en la zona norte del territorio espirituano, donde libró su último combate victorioso al rendir las huestes de la tiranía en el cuartel de Yaguajay.
Por los derroteros históricos donde se hizo presente el Héroe de Yaguajay y su columna invasora número dos Antonio Maceo, desde Jobo Rosado hasta el campamento de Juan Francisco, se desarrollan encuentros entre combatientes, campesinos y estudiantes.
El director del Complejo Histórico Camilo Cienfuegos, Gerónimo Besánguiz, dijo a Prensa Latina que «el Comandante de sombrero alón, plantó el espíritu unitario entre rebeldes y ciudadanos. Su amor convertido en sonrisa y valentía lo convirtió en un hombre de leyenda».
La jornada de este sábado concluirá con una velada artístico cultural donde actuarán artistas del territorio, jóvenes y niños.
Como parte del programa en el complejo escultórico -el museo nacional, el mausoleo y la Plaza de la Revolución- se premiarán a los participantes en el concurso Yo pinto a Camilo y se sembrará como cada año una postura de palma (árbol nacional).
Cienfuegos, uno de los expedicionarios del Granma, fue designado, tras el triunfo de la Revolución cubana, jefe del Estado Mayor del Ejército Rebelde, cargo desde el cual se ocupó de la detención de Hubert Matos tras el intento de sublevación en Camagüey.
El avión en que viajaba desapareció el 28 de octubre de 1959 en un viaje desde Camagüey a La Habana y nunca fue encontrado.
Cada año, ese día el pueblo lanza flores al mar y a los ríos de toda Cuba como muestra de tributo a su vida y obra.
Muchas virtudes tenía, entre ellas sobresalían su fidelidad a la Patria, a la Revolución y a Fidel Castro, contra quien no quiso enfrentarse ni en la pelota.
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